Por los collados y senderos del Alto Asón.

 

23 de marzo de 2024

 

De vuelta al Macizo del Alto Asón, esta vez parece que cambiará el tiempo a mejor y podremos disfrutar de un buen dia de montaña.

Por el momento, el bus ha llegado al parking de Los Collados del Asón. Son las diez pasadas y la niebla nos envuelve, pero da la sensación que sin tardar mucho, se disipará y saldrá el sol.

Tomamos la pista que parte del aparcamiento y nos internamos en el macizo. Pronto aparece un desvío en el Alto la Posadía, pero no es el nuestro, ese va hacia Saco y su Hoyón, esa es otra historia.

Por nuestra izquierda, aunque la niebla lo tapa, tenemos la mole de Los Campanarios y de frente vamos por una buena pista hacia Brenavinto que se va dejando ver allá abajo con sus prados de un verde intenso que destaca en la lejanía.

Un cartel nos indica el lugar donde arranca el sendero que tenemos que tomar, el cual atraviesa las pandas del valle de Brenavinto y finalmente asciende hasta ponerse a la altura de la terraza más elevada que queda por debajo del hayedo. Una travesía horizontal de medio km. sobre dicha terraza y casi sin darnos cuenta estamos dentro del corredor conocido por el nombre de Hazas del Respiradero.

Pero antes de llegar a esta puerta paramos un rato cerca de la cabaña de Conchinchao y comimos un tente en pie para reponer fuerzas.

Hay que decir que esta cabaña se encuentra en un lugar estratégico, pues en ella confluyen varios senderos con diferentes destinos, pero eso lo veremos otro dia.

Volvemos a Hazas del Respiradero donde caminamos casi en fila india pisando un suelo blando, a veces con algo de nieve y siempre con mucha acumulación de hojas de haya de color rojizo y musgos de un verde indescriptible. Las paredes son verticales, están separadas entre si unos 6 u 8 metros y tienen una altura variable entre 12 y 25 metros.

El paseo entre murallas es muy entretenido, ves como trepa el personal en un punto del recorrido en el que hay que escapar del falso túnel. Hubo alguna duda en la trepada, pero finalmente todos lograron hacer el paso.

Para entonces ya se había disipado la niebla y lucía el sol, lo cual nos ayudó a terminar la marcha tal como estaba prevista, ósea subir por el borde del hayedo de Montecrespo hasta llegar a los primeros prados de Seldelcuende done comimos tranquilamente, alguno incluso durmió la siesta. Por poco más hubiéramos coronado el Colina, incluso  el Carrío, pero estuvo bien así. Amenazaba la niebla con cerrarse de nuevo, así que descendimos por las pandas herbosas de Brenaromán y en un santiamén nos plantamos en la entrada a Canalhonda o también “Cañada del Silencio”.

Si Hazas del Respiradero impresiona al caminante, este desfiladero te emociona, es de tal magnitud que uno no se puede resistir a llevarlo todo en la cámara de fotos, pero eso es imposible. Paredes de mas de 50 metros de altas, hayedos en el interior del desfiladero y sobre todo la salida, donde dos gendarmes de piedra montan guardia controlando el acceso….

Solo animar a los nuevos que van entrando al Club para que continúen viniendo al monte. Unas veces resultará mejor y otras peor, los ratos buenos son los que prevalecen. Hasta pronto…!!!

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