Jargú – Camino antiguo a Cuñaba –
Tremaño – Minas del Argayón – Mier.
Entre el Puente de Estragüeña y
Rumenes, en un lugar llamado Jargú, comienza su andadura el camino antiguo que
comunicaba al asturiano pueblo de Cuñaba con la carretera N-621. Dicho pueblo
careció de comunicación por carretera hasta los años 80 – 90 del siglo pasado.
Una marquesina de piedra es la
referencia del lugar donde paraba el autobús de línea y comienza el sendero.
Nuestro bus paró unos minutos…,
lo justo para apearnos y ponernos en marcha camino de Cuñaba por el citado
ancestral camino armado y enconchado que se conserva en buen estado.
A pesar de la inclinación de
algunos tramos, la subida es muy amena debido al trazado de sus vueltas y revueltas, la variedad del arbolado y las vistas hacia uno y otro lado del desfiladero. A la
media hora llegamos a un lugar en que en su dia hubo una portilla que
delimitaba el borde del monte de castaños con el entorno del pueblo y su ería. Era
la Portilla Verdiniella, hoy es historia, ya no está, solo queda el hueco.
No muy lejos se encuentra el
cementerio y el castañeu de Terrío, ya está a la vista el pueblo de Cuñaba. Nos
dirigimos hacia el bar, pero no parece que le vayan a abrir para nosotros. A
cambio paramos allí, junto al lavadero y el bebedero y nos hicimos la foto del
grupo. Se ven las casas del pueblo muy arregladas, no en vano es un pueblo de
canteros y muy buenos. Curiosamente el bebedero fue construido por Fausto el de
Peñarrubia, allá por los años 50…
Continua el camino por detrás de
la iglesia zigzagueando entre grandes castaños centenarios y mostrando al
caminante un trazado perfecto y un precioso enconchado en muy buen estado de
conservación. De pronto tropieza bruscamente contra la pista de hormigón que
será nuestra fiel compañera hasta el pueblo de Mier. La idea original era subir
a la sierra de Nedrina a la altura de la Peña Candarroble, unos 1135 msnm, pero
el dia no estaba para experimentos. Al llegar al Cdo. Tremaño y mirar por
encima de los prados y cabañas, no hubo duda…. enfilamos el pasillo del
Argayón, donde se ubican las antiguas minas de manganeso y en desbandada hasta
Mier. donde comimos el bocata, unos en el portal de la iglesia y otros en una especie
de albergue que abrieron para que estuviéramos a techo.
A pesar de haber tenido el tiempo
en contra nuestra, no estuvo mal la marcha improvisada que finalmente salió. En
tales circunstancias es muy difícil conseguir armonía y disfrutar de algo que
ese dia no está ni se espera que llegue. Así que lo mejor es ser prudentes y no
forzar.
Hay más días que longanizas….
Nos vemos el mes que viene en el
Alto Asón…!!!
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