El
sábado 15 viajamos a tierras burgalesas para despedir el año montañero. Tras
varias peripecias por aquellas “carreteras”, llegamos al pueblo de Amaya, justo
debajo de la Peña Amaya.
El
cielo cubierto amenazaba lluvia y el fuerte viento aumentaba la sensación de
frio hasta el punto que hubo que hacer uso de bufandas, bragueros, guantes,
gorros…
En lo
alto de Peña Amaya las condiciones eran
aún peores, ya que la niebla nos impidió disfrutar del paisaje y el viento era
poco menos que insoportable.
Así que
vistas las condiciones, decidimos regresar a comer al punto de partida en el
portal de la iglesia donde dimos cuenta de las viandas.
Nada
mejor que unas fotos para que quede constancia del lema del Club: “Frio o calor pasaremos, hambre y sed jamás
pasaremos”.
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| La fuente de Amaya |
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El grupo.
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| El camino bien señalizado. |
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| Rebaño bien guardado. |
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| Entre nieblas y vientos. |
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| Acceso a Peña Amaya. |
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| Las viandas. |
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| Las viandas. |
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