marcha Pujayo- Fontecha

MARCHA PUJAYO -- FONTECHA

El día amaneció casi despejado, las pespectivas eran de una excursión tranquila y bonita; pero la memoria o la mala organización de la empresa de autobuses nos robo casi una ora de tiempo; esperando con paciencia nos salieron raíces en el asfalto.

Llegamos a Barcena y atravesamos Pie de Concha gracias a la pericia del conductor, por unas calles diseñadas para carros.

Llegamos al bonito pueblo de Pujayo, dando comienzo la marcha hacia Obios, por una pista que serpentea aburrida por un hayedo precioso cuando no esta desnudo, ahora todavía se está diseñando el vestido de la temporada.

En la cumbre del monte, el viento frío nos hizo ponernos rápidamente la ropa que nos quitamos en la subida; repusimos fuerzas con alguna golosina y bajamos hacia el campo de Obios, por un collado donde Sotres cámara en mano, estaba intentando fotografiar a un gato montes que levantó, pero que nadie vio y al que no pudo inmortalizar.

Pasamos el raquítico pinar modelado por los vientos y el frío que reina en esos lares, mas tarde por un escondido paso entramos en el hayedo que la última tormenta del siglo azotó sin piedad, arrancando algunos árboles, y desgajando grandes ramas, dando una visión triste y desolada del bosque.

Salimos del zaherido hayedo y pasamos a otro pinar un poco mas espurrido que el anterior para llegar en fila india al frío collado de Pagüezo donde se junta la pista que sale de Rioseco y se dirige hacia Aradillos. Allí comimos resguardados de los vientos para mas tarde sin perder tiempo salir camino de la Muela y pasar el Raposo por la falda, aun que algunos como siempre para sumar cumbres las coronan todas, los demás mas tranquilos nos limitamos a mirar como suben como corzos. Enseguida llegamos al Ropero de 1492 m de altura donde hacia un frío de mil demonios, las vistas preciosas, ya que se divisa Reinosa y todos los pueblos que rodean al pantano del Ebro, pero solo nos detuvimos en la cumbre el tiempo de hacernos la foto y rápidamente bajamos camino de Fontecha por unas lengua de nieve que se resiste a derretirse, por donde el personal se dio alguna que otra culada.

En Fontecha nos esperaban los que habían bajado por Aradillos y salimos con el sol en el cielo camino de Santander, donde nos esperaba la noche mas corta del año.

En resumen buen día y una bonita excursión para añadir a nuestro calendario.

Marycasta