Casi todo salió como estaba previsto.
Solo el viento nos privó de haber comido en la cumbre de
la Peña de Brez desde la que las vistas hacia lo cuatro puntos cardinales son
extraordinarias.
La subida muy tranquila atravesando el Monte la Joyona
pleno de colores otoñales desemboca en el gran prado bajo la Peña Ciqueras o
Peña De Brez. De las dos formas se la conoce.
Mientras el viento nos lo permitió, le fuimos dando la
vuelta a la alargada mole que pretendíamos coronar, de hecho, algunos consiguieron
hacer cumbre, pero poco duraron en ella. El viento los expulsó hacia posiciones
mas resguardadas donde se pudo comer el bocata.
El resto del camino fue un paseo con vistas a la Sierra
de Albas y al valle de Caloca, donde ¡Oj0! Hay bar…
Esperemos para el próximo ejercicio que se vayan
cumpliendo los deseos de los socios…
Que haya bar, que no haya piedras, que los caminos no
tengan pinchos, que las cuestas sean para abajo…etc.