Carretera de la Sia.- KM. 5
El bus nos lleva hasta el KM. 5 de la carretera del
Puerto de La Sia. Para entonces ya estamos todos uniformados, calzados,
vestidos y listos para saltar del bus e iniciar la ascensión a Peña Lusa por
senderos poco definidos, entre escajos y brezos.
La mañana espléndida, un dia radiante limpio de nubes y con
la temperatura ideal para caminar. A la media hora vemos como una ligera capa
de nieve reciente cubre el difuso sendero por el que subimos. A nuestra derecha
La Porra del Trillo preside el recorrido que estamos haciendo.
Hay que pisar con cuidado durante un buen trecho por
terreno mixto algo confuso y con la nieve formando pequeñas trampas…
Al rato paramos en un rincón de la peña a comer un tente
en pie y esperar al los que vienen detrás. Nos llegan malas noticias, Carmen se
ha caído y se ha dañado un brazo, le duele mucho, por lo que ella y su marido
deciden retirarse. Por la tarde supimos que se fracturó el radio. Desde aquí le
mandamos un mensaje de ánimo y el deseo de una pronta recuperación.
Continuando nuestra ascensión, ahora ya por buen terreno,
llegamos a la Fuente la Pila y en seguida al collado de la Tramasquera, límite
con el Valle del rio Trueba, Burgos.
Un sendero rodea por su izquierda al Copete de la
Tramasquera y se acerca en ligero descenso a la base de Peña Lusa. A partir de
allí entramos en terreno mixto con algunas trepadas fáciles y pasajes poco
dificultosos. Enseguida se alcanza un buen sendero cercano a la alargada arista
cimera de Peña Lusa y al final del sendero se divisa ya muy a mano la cumbre más
alta del cordal donde hubo un mojón geodésico del cual solo queda la base y un
cartel pegado a ella. Poco a poco vamos llegando y preparando el comedor en la
misma cumbre, donde no habrá muchos días al año que se pueda aguantar el viento
frio que sopla por allí.
Comimos y sesteamos un buen rato, pero había que bajar
hasta los Collados del Asón y hacerlo con la incertidumbre que nos planteaban
los neveros y la nieve recientemente caída. Así que no tardamos en ponernos en
marcha. La bajada mas natural y menos pendiente se hace por la cara que da al
valle de Soba siguiendo un buen sendero que se dirige al Portillo de las Escalerucas,
pero los neveros duros como el granito tapaban la senda y así no se podía tomar
esa ruta.
Así que bajamos hacia un corto canalizo que por la cara
sur (Burgos) salva la fuerte pendiente y nos permite enlazar con el Hoyo de los
Porrones y volver al sendero del Portillo de las Escalerucas.
Algunos no se fiaban, ya que la dirección que tomaba el
canalizo era la contraria a los Collados del Asón donde nos esperaba el bus.
Pero yo ya conocía este sendero. Lo único que me preocupaba era que la nieve
nos obligara a dar un largo rodeo.
Finalmente y con algo de suspense cruzamos el colosal
hoyo de los Porrones a media altura con nieve resbaladiza y salimos a terreno
mas seguro.
Continuamos el descenso con cuidado de no resbalar en la
nieve que todavía quedaba, ahora por encima de otro enorme hoyo que parecía querer
tragarnos y por último bordeamos el mayor de los tres hoyos llegando a terreno
abierto donde la nieve había desaparecido.
Estamos en lo alto de una grieta que parte la muralla en
dos y deja un paso que visto desde arriba parece una locura bajar por allí, es
el Portillo de las Escalerucas. El paso es obligado, no hay en los alrededores
ninguna otra fisura por la que se pueda descender. Alguien comenzó a bajar y
todos los demás le seguimos como los ñus cuando cruzan un rio lleno de
cocodrilos…
Realmente una vez que estas dentro de la grieta te das
cuenta de que no era para tanto. Pero donde acaba la grieta y comienza el
hayedo hay un paso que la puñetera nieve le hace todavía mas resbaladizo y exige
poner los cinco sentidos. A partir de aquí y hasta los Collados del Asón ya
vamos por buen camino.
En resumidas cuentas, que empezamos el año montañero de
forma sobresaliente con una marcha de las que hacen afición.
Nos vemos en Culiembro en la próxima….