25 de enero de 2020.
Salida al Valle del Silencio en Ramales de la Victoria.
El bus nos acercó esta vez hasta el aparcamiento de las
Cuevas Covalanas, ahorrándonos una media hora de camino y algunos metros de
desnivel.
Desde allí partimos en busca de la Peña del Moro 823 m.
Primero por pistas forestales , después por una bonita
senda que surca el hayedo y enlaza en la
zona superior del muro, aparentemente infranqueable, con una meseta llana con
señales claras de excavaciones mineras. Un sendero protegido por barandillas de
madera cruza el cortado y enlaza con un estrecho canalizo habilitado con unas escaleras
de piedra con pasamanos – quitamiedos.
Tras zigzaguear un rato por aquel paraje de lapiaces,
encontramos el paso clave que conduce a lo alto de la Peña del Moro.
Se trata de una canal herbosa con senderos del ganado que
a primera vista parece fácilmente franqueable, pero una vez metidos en faena,
nos damos cuenta de la inclinación que tiene, lo que nos obliga a caminar con
pies de plomo…
Todos llegamos a la cumbre y la cruzamos hasta el collado
siguiente, pero el viento frio reinante nos obligó a perder altura para comer
el bocata finalmente cerca del Valle del Silencio donde buenamente pudimos.
El descenso hacia Ramales resultó mas cómodo de lo
esperado, ya que en algún punto de la bajada perdimos la referencia del sendero
y tomamos otra senda que no habíamos previsto.