21.de septiembre de 2019
Del Balcón del Cable a Collado Jermoso por la Canal de San
Luis y vuelta a Fuente Dé por los Tornos de Liordes.
Esta ruta ya intentamos hacerla al menos una vez, creo que fue
la del Calendario del Club de 2017 también en septiembre. Aquel dia nos fue
imposible continuar peleando contra la ventisca de agua y nieve que se desató
al llegar a la Colladina de las Nieves.
Este año y en esta ocasión tampoco se presentaba el dia
demasiado propicio para cruzar los collados que hay por el camino.
La temperatura no era mala para caminar, pero soplaba el
viento y llovía lo suficiente como para batirse en retirada recortando la
marcha por la mitad, ya que el barro de los senderos y la roca mojada obligan
al caminante a prestar mucha atención para no caer.
A duras penas llegamos todos a la confluencia con el Sedo de
la Padierna. Al fondo, tras la Canal de Asotin, en el valle de Vadeón, parecía que estaba
dando el sol, así que nos dividimos en dos grupos, los que van hasta Cdo.
Jermoso y los que re retiran por Liordes y sus Tornos.
El sedo de la Padierna salva la infranqueable muralla que
cierra la Vega de Liordes por el norte y en un trazado inverosímil, (no admite
fallos) con bastante caída hacia el Llagu Bajero desemboca en el Hoyo los Llagos.
A la derecha, algo escondido se encuentra el Llago Cimero, a
la izquierda una ladera verde resplandeciente bastante pindia por la que
discurre la senda hacia las Colladinas y el refugio de Cdo. Jermoso.
Se suben unos 150 m., se atraviesan varias colladas (Las
Colladinas) y parece que nunca se llega
al refugio, entre otras razones porque no podemos verle, está cubierto por la niebla, pero en un
momento, esta se retira y damos vista al refugio 120 m. por debajo.
Alli comemos el bocadillo, charlamos con otros montañeros y
recordamos viejos tiempos, especialmente del año 1990 en septiembre viendo el
atardecer desde uno de aquellos riscos al son de la música de una romería en Valdeón. Allí se fraguó la idea
de formar nuestro Club de montaña.
Un recuerdo al difunto Faustino que con su ilusión y empuje
logramos hacer un Club de montaña que se ha mantenido 29 años.
Bueno…, de la vuelta poco hay que decir.
El camino carretero de los Tornos de Liordes (lo que en su
dia fue camino) está intransitable. El descenso se hace bastante penoso porque
se ha convertido en un pedregal en el que es difícil acertar donde poner los
pies sin fallar.
Quien diría que por allí se bajaba mineral en carros con
parejas de vacas o bueyes…
Hasta la próxima.