La niebla en esta ocasión
fue la protagonista de la excursión.
Unas veces te da y
otras te quita, esta vez nos impidió subir a Ondón como estaba planeado, pero
nos permitió llegar hasta Pandespinas pasando por el emocionante Sedo de los Gavitos,
un paso que cambia mucho según esté mojado o seco.
Pandespinas es un
lugar muy especial con unas vistas preciosas sobre “el Picu”que, tapado por la
niebla, se resisitía a aparecer. Estuvimos allí un buen rato, pero hacía frio y
viento, por lo cual, optamos por descender en busca de un lugar mas templado para
comer el bocata.
Lo encontramos en los
alrededores, cerca del Paré la Armadura unos, algo mas bajos otros, junto a la cercana
cabaña que domina el valle.
A estas alturas la temperatura
era muy agradable, así como el panorama y el colorido de la incipiente
primavera.
En alguna ocasión se
pudo ver la cumbre del Picu Urriellu emergiendo tímidamente sobre la niebla.
Finalmente que sepáis
que las tres ultimas fotos que colgaré son de otras veces que he estado en
Pandespinas.
¡Lastima que no
hayamos disfrutado de semejantes vistas!
Otra vez será…!!