23 de febrero de 2019.
De Barriopalacio a Entrambasmestas pasando por la cumbre de Cildá.
Parece que se va animando el personal, pues en esta ocasión casi
llenamos el bus.
A eso de las 09.30 nos pusimos en marcha atravesando el bonito pueblo
de Barriopalacio, 235 msnm., tomando una pista que se dirige al sureste en
dirección al cordal que separa la cuenca del rio Besaya de la del Pas. Al poco
rato ya nos daba el sol y la temperatura resultaba agradable.
Sin hacer grandes esfuerzos atravesamos un monte plagado de narcisos y
llegamos a lo alto de la sierra conocida por la Espina del Gallego.
Poco antes de la cumbre dos grandes construcciones llaman la atención
del caminante, parecen depósitos de agua. Y es que por aquellos lares pasa la “autovía
del agua”, el trasvase Ebro – Besaya – Pas.
Nosotros continuamos nuestra cómoda marcha por la cumbre cimera en busca
del Pico Cildá, 1064 msnm. Se supone que pasamos al lado de un castro
cántabro-romano que nos pasó desapercibido por falta de información en forma de
cartel o cualquier otra indicación que nos dirigiera al lugar donde están los
restos del castro.
Al fondo y bastante cerca destaca la cumbre mas alta del día, el Cildá .
A las 13.00 horas llegamos y como molestaba un poco el aire buscamos un lugar
al socaire para comer el bocadillo. A lo lejos, a pesar de la calima reinante, se
adivinaban las altas cumbres de los valles pasiegos y se podían distinguir
algunas columnas de humo producto de los incendios que aún siguen activos, así
como también se distinguía el color negro de las enormes superficies de terreno
calcinado.
Una verdadera pena, pues aquella zona es de lo mas bello de Cantabria y
menos mal que se paró lo del teleférico a Castrovalnera.
Nos acomodamos al lado de un pinar y dimos cuenta de las viandas para
acto seguido descender por unas cómodas lomas hacia Entrambasmestas donde nos
esperaba el bus.
Hasta la de Marzo, el Pico San Vicente, donde aumentará el nivel de
dificultad.