Eso fue lo que dijimos el año pasado cuando, de la mano de
Yolanda y su marido, descubrimos los guapos montes de la comarca de Campoo de
Yuso “o de Abajo”.
Y volvimos..., conducidos de nuevo por los mismos guías.
Por parajes verdaderamente bellos atravesamos los hayedos
que separan el pueblo de Lanchares del embalse de Alsa.
La niebla añadía un punto de misterio a los, ya de por sí, bucólicos
rincones plagados de árboles centenarios y brañas escondidas entre la fronda.
De braña en braña,con el Pico Jano presidiendo el paisaje,
llegamos al área recreativa junto al pantano de Alsa. Allí comimos y disfrutamos
de un rato agradable .
El regreso fue, si cabe, tan interesante como la ida. Los
expertos seteros como Nieves, Fredo etc., impartieron clases magistrales de
micología sobre el terreno. Los críos y los no tan críos aprendieron a
distinguir las lepiotas y boletos.
De vuelta a Lanchares con las bolsas repletas de setas y
tras haber pasado un estupendo dia de montaña, solo queda agradecer a Yolanda y
su marido todas las atenciones que tuvieron con el grupo.
¡Se ha de volver…!
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