A veces nos daba por subir a un pico, en este caso le tocó al Jario.
Al fondo se ven las cumbres del Cornión con Peñasanta presidiendo.
Otras veces se nos ocurría celebrar un cumpleaños en la montaña. Nada del otro mundo..., si no fuera por lo del Marqués de Arienzo en copas reglamentarias.
Elena muy abrigada con mirada adusta, parece enfadada; su amiga casi se muerde un dedo.
¡Ya llovió...! Ahora a Elena nunca la veo seria.
Otras veces nos daba por pasar una noche en la montaña, algunos al raso, otros dentro de un refugio. En esta imagen que muestra la primavera incipiente en la senda del Arcediano, Nieves y Fredo todavía cargaban con un respetable mochilón.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.